lunes, 17 de octubre de 2011

Vueltas en la Cama

Es curioso que la vida, más allá de las heridas,

aprovecha cada pena para darte una alegría.

Yo ya perdí la cuenta de todas las vueltas

en que me sentí perdido y terminé realmente sorprendido.

Quizás es mi punto de vista porque soy un optimista,

pero aunque no todos lo admitan, al Amor nadie lo evita.

Yo no sé lo que es estar de novio o en pareja;

no sé lo que es cumplir un mes o cuarenta.

Sin embargo, y sin dudarlo, tengo la certeza

de que la espera valdrá la pena.

Tengo amigos y conocidos, y a algunos los he perdido.

Tuve desacuerdos y discusiones; tuve caprichos y papelones.

A fin de cuentas, creeme, eso no es lo que te queda.

Si un afecto te consuela, ya no te importa el resto.

Un fracaso te enseña, y dos te hacen maestro.

Aunque un mal rato te pueda hacer sufrir,

sostené alto tu bandera y no te dejes deprimir.

Lo lindo de buscar la base de un arco iris

no es encontrar la olla al final,

sino apreciar el viaje y la locura de soñar

que bien o mal acompañado, algo mágico puede pasar.

Así que a disfrutar la espera y que no nos gane la pena.

Si una única cosa sé es que por algo al mundo venimos

y cada día que vivimos seguro tiene un sentido.

Si las cosas no son distintas, por algo será.

Quizás no nos conocemos, o quizás nos buscamos mal.

Quizás te duela quererme, y quizás me quieras igual.

Como sea, dulce mía, hoy te vengo a confesar

que te escribo por insomnio y por pensar

que de todas las dichas que haya, tu abrazo es la que anhelo más.

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