lunes, 28 de mayo de 2012

Para Variar

Durante las últimas semanas me vienen acechando recuerdos bastante nítidos. Algunos son hermosos; otros, no tanto. Incluso los hermosos, aunque saben sacarme sonrisas, pueden terminar en un fruncir de cejas, porque esta extraña añoranza que me arrebata constantemente va acompañada de una seguridad de que las cosas podrían ser muy diferentes si, en ciertas situaciones, hubiese hecho las cosas de otra manera. No estoy seguro de arrepentirme, porque considero que, dentro de todo, resolví muy bien. El tema es que creo que hice lo que debía, pensando que era lo mejor para todos y ahora me pregunto cada vez más si realmente fue así, o simplemente fue lo mejor para otros y no me tuve en cuenta a mí mismo. Siguen sin gustarme los condicionales, pero debo reconocer que me los estoy planteando bastante.

Así es, debería estar cursando en la facultad. Lo interesante es que no lo estoy. No me faltó la intención. Preparé la mochila, agarré la bici y salí en camino, pero llegando a Luro, sintiendo las gotas de una suave lluvia en la cara, me di cuenta que realmente no tenía las menores ganas de ir. No fue totalmente infundado; me duele la cabeza, estoy cansado y no quiero mojarme para después enfermarme. De cualquier forma, lo que hace de esta situación algo interesante es que estaba en camino y convenciéndome de seguir, pero volví. Me arrepentí, di media vuelta y, bueno, estoy en casa escribiendo un poco.

Es cierto, hace bastante que no escribo y uno esperaría que lo próximo fuese un poquito más que simplemente interesante. Es lo que hay. Y sin embargo, al menos por hoy, me alcanza. El tema es el siguiente. Toda mi vida vengo intentando hacer siempre lo que debo, incluso cuando no quiero. Cuando se presentan las faltas de ganas me convenzo de seguir adelante y si bien me ha sido de suma ayuda en incontables ocasiones, puede ser que haya cosas que simplemente no sean tan trascendentales, situaciones en las que por seguir un impulso mi personalidad y mis convicciones no se van a ver afectadas.

Quizás se trate de un aprendizaje más. Si no me gustan los condicionales, ¿por qué debería permitirles existir? A lo mejor, tan solo bajo ciertas circunstancias, tengo que permitirme hacer lo que me da la gana y ponerme a mi primero, para variar. A lo sumo puede ser que más adelante me arrepienta de no haber ido a la clase teórica que se está dando ahora mismo (aunque lo dudo, ya que tengo un módulo que dice exactamente lo mismo y puedo leerlo en casa) y se me complique un poco a la hora de estudiar. Como sea, será algo que enfrentaré en su momento. Lo cierto es que, en este mismo instante, no estoy demasiado preocupado porque, incluso si no me dura más de unas horas, hice algo que no suelo hacer, atendí a mis faltas de ganas y me siento bien. Curioso, ¿verdad?

Ya lo sé. La mayoría de mis recuerdos son mucho más complejos que el no tener ganas de ir a la facultad por un día y no puedo simplemente dar la vuelta y volver para hacer las cosas diferentes, pero sí puedo, de ahora en adelante, olvidarme de vez en cuando de lo que otros quizás esperen de mi, ser un poco más espontáneo, probablemente divertirme más y, en el camino, sorprender a los demás y, lo que me resulta particularmente atractivo, sorprenderme incluso a mí mismo. Podría pensar que perdí una clase, pero dejo de lado esa pérdida para rescatar que, aunque fueran solo unos minutos, pude disfrutar de andar en bici con una linda lluvia y sonreír. Aunque fueran solo unos minutos, me sentí libre.

lunes, 21 de mayo de 2012

Miradas

Supongo que no es un nombre muy original. Más de uno lo habrá pensado. Sin embargo, quizás capte la atención de alguien. Yo creo que ese es el punto, porque si hay algo que sabe llamar mi atención, cuanto menos, son sin duda las miradas. Lo que se suele llamar ''juegos de miradas'', debo reconocer, son de mis juegos preferidos. No estoy seguro de que sean divertidos de una forma clásica, pero no hay dudas sobre que saben sacar sonrisas y alguna que otra risa media cortada por los nervios o el fuerte palpitar del corazón. ¿Cómo puede generar tanto una simple mirada, con sus pocos segundos de duración? Ni siquiera es un beso, después de todo. Y he aquí lo mágico. Si un simple cruce de puertas del alma puede generar todo eso y permanecer inmortal en el recuerdo, la sola idea de un beso puede estremecer a uno al pensar en todo lo que puede hacer brotar.

Personalmente, me gustan los abrazos. Además, dicen que soy abrazable. Al pensar en algunas personas con las que comparto un cariño especial, un abrazo suele ser lo primero que se me viene a la cabeza. De alguna forma, sin palabras, transmite la esencia de la persona. Exactamente lo mismo sucede con una mirada, si ambos participantes se prestan a abrir las puertas, pero resulta aún más fantástico porque todo se produce a distancia, sin un mínimo contacto físico. La posibilidad de dar una caricia en el rostro ya entra en otra categoría de sueños hechos realidad. Como sea, nadie puede negar que se siente maravilloso cada vez que alguien llega, te mira, sonríe y ¡chiplatuf!

En fin, he detallado mi opinión acerca de estos nexos interpersonales en muchas ocasiones, por lo que quien haya prestado un mínimo de atención a lo que un loco sano como yo puede haber dicho alguna vez, no debe estar encontrándose con nada nuevo entre estas líneas. ¿Por qué, entonces, vuelvo a detallarlo? Para empezar, después de incluir a las miradas en tantos otros delirios, al fin caigo en cuenta que, nada más y nada menos, merecen ser tratadas en detalle. Por otro lado, si bien nunca dejaron de estar, ando jugando de nuevo últimamente.

Por supuesto que dicho juego anda produciéndome algo de añoranza, esperanza (¿o será ilusión? A veces me cuesta distinguirlas, como ya saben) y quizás, aunque no quiera reconocer, una pizca de confusión. ¿Cómo es que los disfruto, entonces? Cualquiera tendería a pensar que vuelvo a entrar en un círculo del que no puedo salir simplemente porque no quiero. En parte, puede ser cierto. Por otro lado, he intentado convencerme de que la otra participante se equivoca al encontrarme sobre el tablero, pero es tan buena jugadora que, aunque quiera negarlo con todas mis fuerzas, el mundo (si así quieren llamarlo) me termina conduciendo nuevamente a ella.

Y es inevitable. Aunque mire hacia todos lados y gire la cabeza cuando estoy por cruzármela, algo siempre me termina atrayendo y la pesco con ojos de enamorada. De acuerdo, debería censurar esta parte, ya que podría herir algunas susceptibilidades, pero terco como soy, sigo creyendo firmemente que uno debe abrazar la verdad siempre, incluso cuando no quiere escucharla. Después de todo, si una parte propone el diálogo y la otra no hace más que esquivarlo, sin arriesgarme a mencionar posibles razones, considero que da bastante que pensar. Más allá de eso, puede que la jugadora haya cambiado y ellos ni lo sepan.

Sin irme más por las ramas (o miradas, en cualquier caso), supongo que existen parejas no tan buenas, buenas, excelentes o extraordinarias. Creo firmemente que entre todas estas, hay parejas que están hechas para formarse y jugar, más allá del resultado final. No es una cuestión de destino, sino una cuestión de dos almas que se encuentran. Y ¡chiplatuf! Simplemente no se puede hablar más al respecto. De acuerdo, tanto yo como cualquiera podría decir mucho más, pero prefiero sumergirme, perderme en el recuerdo, sentir el brillo en mis ojos, el latido de mi corazón salame y la inevitable sonrisa que se asoma en mis labios. Ahora sí que no puedo hablar (o escribir), sino tan solo contemplar.

lunes, 14 de mayo de 2012

Don't forget that you're alive

(And you say)
Well, this life just keeps me nuts
and I'm not sure what I'm running from,
but I do know what is like to feel alone

Some might say that I'm all wrong
but I'm just tired of playing strong
when my heart is torn to pieces on the floor

(And I say)
Hold your head high and sing when you're feeling kind of sad
Don't waste your time thinking on what you could have had
You just have to realize
you look brighter with a smile
Your only limit is the sky
So don't forget that you're alive
Don't forget that you're alive
Yeah
Don't forget that you're alive

(And you say)
Another day passes by
and all my thoughts are upside down
I can't really find my path I want to hide

All my friends might be showing love
but I still feel I'm on my own
Maybe it's time to lose my pride and start to cry out

(And I say)
Hold your head high and sing when you're feeling kind of sad
Don't waste your time thinking on what you could have had
You just have to realize
you look brighter with a smile
Your only limit is the sky
So don't forget that you're alive
Don't forget that you're alive
Yeah
Don't forget that you're alive

So hold your head high and sing when you're feeling kind of sad
Don't waste your time thinking on what you could have had
You just have to realize
you look brighter with a smile
Your only limit is the sky
So don't forget that you're alive

Hold your head high and sing when you're feeling kind of sad
Don't waste your time thinking on what you could have had
You just have to realize
you look brighter with a smile
Your only limit is the sky...
So don't forget that you're alive

lunes, 7 de mayo de 2012

Vamos por más

Perdí el hilo. En estos dos años y algo tuve momentos en los que pasé varias semanas con falta de inspiración, podría decirse, pero en estos últimos meses me está costando muchísimo darle forma a mis ideas. Se me llegó a cruzar por la cabeza que quizás ya no me queda tanto por decir. Sin embargo, vengo pasando cosas bastante intensas. A lo mejor simplemente no quiero pensar. Como sea, y antes que se den cuenta al seguir leyendo, perdí el hilo.

¿Qué quiero decir? Que sigo en rumbo, pero ya no estoy tan seguro de hacia dónde estoy yendo. Lo cierto es que algunas cosas empiezan a aterrarme. Aunque ''aterrarme'' suene raro, loco, viniendo de mí, hoy me sale decirlo así. Podría darle vueltas para hacerlo más entretenido, o más misterioso, pero voy a decir directamente lo que siento.

Me preocupa recibirme (y eso que faltan cuanto menos tres años) y no conseguir trabajo en mi amada ciudad. ¿Por qué? Si bien viajar y conocer diferentes lugares del mundo debe estar copado, no sé cómo imaginar mi vida sin esas cosas y (en especial) esas personas que me han hecho quién soy. Algunas fotos me recordaron quién era hace algunos años, y comparándome con quien soy hoy en día me doy cuenta que soy el mismo, pero de alguna forma fueron surgiendo ciertas capacidades o potencialidades de las que jamás hubiese pensado que era capaz. ¿Cómo es que alguien pudo ver eso en mí? Como dije hace poco, no entiendo nada.

Me preocupa también el cansancio que tengo encima. A pesar de que he estado peor, creo, tengo que reconocer que el estar más centrado y convencido de hacia dónde me dirigía justificaba un poco más el esfuerzo. Al no tener un hilo del que sostenerme y tirar, me siento más pesado. Por supuesto esto no significa que deje de pelearla, ni mucho menos. Sólo creo que de vez en cuando es necesario reconocer el cansancio. Por más que intentemos mostrarnos fuertes para los demás, en ocasiones simplemente hay que dejarse amar.

Entonces surge otra preocupación. Cada vez admiro más la capacidad de amar que tienen ciertas personas, y me pregunto si merezco que muestren interés por mi, al mismo tiempo que trato de entender por qué todavía yo mismo no puedo explotar esa cualidad al máximo. Si bien tengo la confianza en que cada cosa se da a su tiempo, vuelvo a preguntarme si no estaré perdiendo el tiempo. De momentos pienso que, teniendo en cuenta todo lo que puse de mi parte, ya no depende de mí. Cada tanto, pienso que puede que sí.

Por último, me preocupa no saber acompañar. No sé qué decir, no sé qué hacer, no sé qué plantear, no sé cómo estar. Perdí el hilo. Y sin embargo, de alguna forma, esta extraña sensación de no saber, me ayuda a aprender muchísimo sobre mí mismo. Perder el hilo me hizo darme cuenta de muchas cosas que tengo que trabajar, que resolver. Esto no significa que vaya a aflojar. Estoy buscando respuestas. De momento, sigo para adelante y haré camino al andar. Estoy triste, pero soy feliz.

Puede que estas últimas líneas parezcan contradictorias o sin sentido, y es que perdí el hilo, pero a lo mejor simplemente lo estoy soltando un poco para, cuando lo encuentre de nuevo, aferrarme con más fuerza.

Hoy el mismo día llora; hay viento, llueve y truena. Hoy, sobre todo, muchas personas me enseñan cómo sonreír y seguir. Hoy me enseñan a aceptar lo que cuesta entender, y a abrazar la paz. La semana pasada cumplí un sueño. Vamos por más.